miércoles, 29 de abril de 2009

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Elección del perro de caza

Hablamos sobre las distintas características de las diversas razas a las que clasificamos en 2 grupos (como las clasifican en Europa): Ingleses por un lado y Continentales por otro.



Recuerde antes de optar por una raza en especial, tener bien definido su gusto y manera de cazar; que los ingleses son perros rápidos para personas con buen estado físico y los continentales para personas mayores o para las que disfrutan de una cacería lenta.



Aconsejo cazar con distintas razas antes de elegir alguna, podrá juzgar cuál es la que cumple con sus requerimientos; hágalo con ejemplares bien adiestrados que son los que le pueden dar un buen concepto y si es posible con más de uno de una misma raza.



Como realizar la elección del perro de caza



Ya decididos por una raza, se nos plantea la disyuntiva de cómo y dónde lo vamos a elegir. Solicite asesoramiento por parte de personas reconocidas y especializadas en el entrenamiento de dichos perros, que conozca del tema y lo conduzca a recorrer varios lugares, exija el pedigree en lo posible, mire que las camadas sean parejas y lo más importante compre su perro en lugares dedicados a la selección de perros de trabajo y no tanto de campeones de belleza ya que lamentablemente en la mayoría de los casos (no en todos) las cualidades cinegéticas dejan mucho que desear debido a una selección dirigida a la belleza y no tanto al trabajo.

El perro si bien debe tener una buena estructura, debe ir acompañado de buenos instintos, pasión por la caza y de un muy buen equilibrio Psicológico el cual hereda de sus ancestros. Lamentablemente en nuestro país, no hay una variedad importante en número de criaderos como en otros países, pero de estos pocos, se pueden sacar muy buenos ejemplares en calidad para trabajo.



Luego de elegido el criadero, procederemos a elegir el cachorro: en primer lugar el que a simple vista se vea fuerte y saludable, luego como una guía para tratar de probar sus instintos podemos usar la prueba de la caña; que consiste en usar una caña de pescar con unos 3 mts. de tanza y un cuero de perdiz o de liebre o simplemente con algún manojo de plumas.

El cachorro deberá tener más de 60 días y uno por uno lo llevará separado de los hermanos y pondrá la supuesta presa en el suelo. Si éste no demuestra interés en lo primeros intentos, haga un movimiento corto y brusco con la caña para que simule la presa escondiéndose y así estimular el interés de éste, nunca deje que el cachorro tome el señuelo, si le salta encima deberá dar un tirón brusco de la caña para volver a dejar reposar dicha presa en otro lugar; y así sucesivamente con toda la camada. Trataremos de elegir los más precoces para hacer y aguantar la muestra, y si tiene posibilidad de no llevarlo de inmediato y volver a los 15 o 20 días mejor, para volver a hacer la misma prueba y diferenciar los cambios. Algunos cachorros no hacen la prueba de la caña de tan pequeños pero luego se convierten en muy buenos cazadores; a mi criterio, siempre elijo los que hacen la muestra ya de pequeños.

lunes, 9 de marzo de 2009

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El cuchillo multiuso

Dijo una vez Don José: "No permitas que la hoja te impida ver el bosque".



Ni qué hablar que el hombre tenía mucho Sarandí cortado, porque si vamos a ser sin¬ceros, ¿quién alguna vez no se mandó una metida de pata o tomó una decisión equivocada por no hacer una paradita, levantar la cabeza y poner la pelota bajo el brazo?



Usted, sin ir más lejos. ¿Se acuerda Don Romualdo cuando cruzó cuatro veces el mismo sangrador en los montes del Queguay Chico antes de darse cuenta que estaba más desorientado que Adán en el Día de la Madre? Así que cuando se trepó al viejo viraró para poder divisar la lucecita del campamento lo que hizo fue justamente eso: elevarse. Porque de eso se trata: siempre elevarse; de esa forma podemos ver más lejos y en forma panorámica el mundo que nos rodea. Por eso cuando hace unos días recibí la carta del "Peta", un simpático lector de la industriosa Ciudad de Pando, no tuve más remedio que reconocer que el amigo tiene razón; que sabe lo que es pasar mal (porque el que caza en serio sabe que va a pasar mal); y que también supo, con su hermoso relato, hacerme regresar en el tiempo hasta los días de nuestras primeras correrías por el monte cuando éramos capaces de arrastrarnos en los intrépidos cazadores de un feroz apereá. Sólo en una cosa me permitiré discrepar con usted Don Peta: en mi pago al menos la inmensa mayoría de los carpinchos que terminaron sus días en largas ristras de chorizos fueron abatidos con rifle 22, cuando no con las proletarias rossi 14 o 20, ¿se acuerda? En esa época los que tenían una 12 grande podían mandar parar las guitarras donde fuese y la gente del monte los miraba como a dioses depredadores o exterminadores.


Pero ese es un tema para discutir alrededor del fogón, por lo que pasaremos al que motivó este artículo: su inquietud acerca del cuchillo "para todo trabajo". En principio le diré que todos más o menos hemos tenido nuestro primer cuchillo y nuestra primera novia, ambos imposibles de olvidar. Mi primer cuchillo se fue con mi mejor amigo y mi primera novia ... ¡vaya... qué coincidencia! En fin ...



Como le comentaba al principio, su carta me hizo caer en la cuenta de que últimamente le estábamos asignando todo el estrellato al cuchillo de remate, que como todos sabemos es un fierro de gran porte, buen espesor, punta aguda muy afilada, generoso guardamano y toda una serie de atributos que lo hacen bastante odioso a la hora de armar el guisito sobre la tabla o de cuerear una liebre, amén de que corramos el riesgo de apuñalar al comensal de enfrente mientas cortamos una rebanada de pan. Y ahí es donde entra a tallar "el otro", que por lo general se queda en el campamento recluido en un solitario rincón de la mochila, pero con el íntimo placer de saber que ni bien llegue la gente del monte o del campo, el grandote ése irá a parar a una horqueta con vaina y todo mientras su dueño lo despide con un cariñoso: "Lo parió ... como pesa este fierro!"


La experiencia (esa implacable maestra que primero nos toma la lección y después nos enseña), nos ha hecho buscar un formato y tamaño de cuchillo que nos permita, por ejemplo, cuerear desde una liebre hasta un ciervo. Por lo tanto la punta no deberá ser muy aguda, así que si observamos con atención uno de esos que usan los matambreros o los desolladores de los frigoríficos notaremos una curva muy pronunciada cuyo centro en realidad parece estar en la muñeca del operario que es el punto sobre el cual gira su mano, por lo que la punta, que es casi roma, nunca llega a estar en posición de perforar el cuero.



Características del cuchillo multiuso



Otro punto a destacar es el tema del guardamano. Sabido es que su función, como el nombre lo indica, es proteger la mano de un posible deslizamiento hacia adelante, lo cual puede llegar a provocar serias lesiones justo a nivel de las articulaciones y tendones de los dedos. Pero en el campamento, en una cuereada o en el simple acto de comer, este riesgo es nulo, así que además de inútil el guardamano se nos vuelve un estorbo hasta para picar una cebolla, pues no permite que el filo asiente en toda su extensión sobre la tabla. Lo mismo pasa si tenemos que picar carne para los chorizos.


Claro, que un cuchillo de monte sin guardamanos pierde mucho de su "facha", así que en caso de tenerlo, que sea pequeño. Y el otro detalle que considero importante, es el diseño del mango, pues se supone que en algún momento tendremos las manos engrasadas, embarradas o muchas cosas terminadas en "adas", por lo que el cuchillo se nos volverá más resbaloso que teléfono de carnicero, así que debemos buscar un mango con buena asidera aún en esas condiciones.


Ése es uno de los motivos por lo que siempre les aconsejo a los que gustan de encabar su propio cuchillo con asta de ciervo, que no la pulan demasiado, de forma de aprovechar su natural rugosidad como antideslizante.


Una pequeña acotación al margen que nunca está demás: la sangre cuya función principal es la de transportar oxígeno, resulta terriblemente oxidante si le damos tiempo de actuar.



He visto hermosas hojas echadas a perder por no haber sido limpiadas luego de una carneada.

jueves, 19 de febrero de 2009

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Cuchillos Aitor Bowie Junior

En los muchos deportes que del arco se desprenden desde el tiro olímpico, recorridos de bosque, caza mayor y menor o el mero tiro informal, una buena hoja afilada es siempre una ayuda. Por tanto, hoy me permito traer a nuestras páginas un cuchillo que tiene detrás de sí dos grandes tradiciones: 1° La histórica, pues el Bowie nos remonta al Viejo Oeste y 2° La del buen hacer de Aitor Cuchillería del Norte.



Como todos los cuentos bien contados, éste que pretende serlo tiene un comienzo, nos adentraremos en una historia que nos lleva a Texas y a un coronel llamado James Bowie que murió en la fortaleza de la misión de El Alamo cuando el ejército mejicano, a las órdenes del general Antonio López de Santa Ana, intentó recuperarlo.



Características de los cuchillos Aitor Bowie Junior



Sobre los primeros años de la vida de James Bowie existen muchas dudas, pues su año de nacimiento es impreciso, 1795 ó 96, y hasta el lugar, pues segiín su hermano fue Kentucky y para otros fue Carolina del Sur, Georgia o Tennessee. Tampoco se sabe mucho sobre cómo los tres hermanos Bowie (James, Rezin y John) amazaron su fortuna en Lousiana, se cree que el tráfico de esclavos fue su base principal. Pero, no debemos olvi¬dar que como éste es un héroe en los Estados Unidos de Norteamérica esta parte oscura se ha dejado olvidar y poco se puede profundizar en ella.



Sí se sabe con certeza que en 1820 se estableció en San Antonio, Texas, que en aquella época pertenecía a Méjico. Allí desarrolló sus negocios convirtiéndose en un ciudadano conocido, como también lo eran sus pendencias y su habilidad para el uso de las armas blancas. Es famoso su duelo, el 19 de setiembre de 1827, con el mayor Morris Wright, que ocurrió a raíz de otro entre Samuel Levi Wells y el doctor Thomas Maddox.



El asunto se desarrolló del siguiente modo, estos últimos se retaron a duelo con pistola por problemas políticos, pero el miedo o simplemente la mala puntería hizo que ambos se dispararan y nada ocurriese, por tanto, volvieron a cargar sus armas y dos pistoletazos más sonaron en el paraje llamado Vidalia Sandbar en Natchez, Lousiana, y nada.

Ambos contendientes seguían de pie incólumes y sin rasguño, por tanto, todos estuvieron de acuerdo que el honor y otras hierbas de estos señores había sido restaurado y nadie se debía nada. Pero, siempre hay descontentos y el mayor Morris no tuvo el mínimo reparo en sacar su pistola de avancarga de un sólo tiro y disparar contra James Bowie, con quien había tenido una pelea hacia años. Nuestro hombre cayó al suelo herido y cuando el militar se abalanzó para rematarle en el suelo con su estoque. James Bowie sacó su cuchillo de caza y de una profunda puñalada le hizo abandonar este mundo y convertirse en parte de una historia que aún se debía escribirse.



El cuchillo usado en ese trance nada tenía que ver con el que posteriormente se le atribuiría y recibiendo su nombre se convertiría en un clásico de las armas blancas. Este sería fabricado por un herrero famoso en aquella época. James Blacfe, que vivía en algún sitio próximo a Washington, Arkansas. La reputación de este hombre era conocida por James Bowie y en un viaje se detuvo expresamente para encargarle un arma, cuyo modelo éste llevaba tallada en madera.



Al cabo de dos días, Bowie se presentó en el taller y Blacfe le mostró dos cuchillos, uno igual al modelo de madera y otro al que el herrero había realizado ciertas mejores en pos de lo que él entendía que debía ser un cuchillo de caza y/o pelea. James Bowie eligió el modelo mejorado por Blacfe.



Este arma sería prontamente probada, pues cerca del paraje conocido como Natchez Trace, nuestro hombre fue asaltado por tres bandoleros, los que sucumbieron bajo las puñaladas certeras del cuchillo realizado por James Blacfe. La noticia corrió como la pólvora y muchos comenzaron a pedir cuchillos como el de Bowie es decir: cuchillos Bowie.



A partir de aquí la suerte no le acompañará a Bowie, pues se casa con María Ursula Veramendi (hija del gobernador mejicano, que era español), pero al poco tiempo el cólera se la llevará para siempre junto con su hijo.



En 1835 estalla la Revolución Tejana (aquí debemos hacer una diferenciación, téjanos eran casi todos, pero los de origen anglosajón decidieron independizarse de Méjico y por facilidad en el relato les llamaremos téjanos y mejicanos a los tejanos que se mantuvieron fieles a Méjico) y Bowie es elegido coronel por los Voluntarios de Texas y un año después comparte con el coronel William "Bucb" Travis el mando de las fuerzas insurgentes en la misión de El Alamo, en San Antonio. Estos a su vez recibieron refuerzos al mando de otro famoso, David Crocfeet.


Los mejicanos avanzando a marchas forzadas llegaron mucho antes de lo que las fuerzas de Bowie y Travis esperaban, por tanto éstos se tuvieron que replegar hacia la pequeña fortaleza cercana a la misión. Allí el 23 de febrero de 1836 se inició el sitio que los cineastas de Hollywood llevarían varias veces a la pantalla. No se sabe si por neumonía o por una caída desde el muro Bowie fue internado en el dispensario de la fortaleza.



Las fuerzas mejicanas el día 6 de marzo aniquilaron toda resistencia, así James Bowie, William Travis, David Crocfeet y 150 téjanos perdieron la vida. De la fortaleza sólo ha quedado la capilla que es un monumento para el Estado de Texas. Del herrero y verdadero creador del cuchillo de Bowie, sabemos por la Gaceta de Arkansas del 1" de setiembre de 1872 lo siguiente: "James BlacÍJ, fabricante del primer cuchillo Bowie falleció hace pocos días en Hempstead, Texas... El sr. Black murió sin revelar su secreto de su inigualable templado del acero."

miércoles, 18 de febrero de 2009

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Conectores y Mosquetones

Comencemos por los que permiten realizar cambios de elementos (plomos, bases, etc.) con mayor facilidad.



Para nosotros, y desde el punto de vista de su uso en la pesca, podríamos decir que mosquetón y conector son términos similares. Un mosquetón permite, en forma segura y práctica, conectar algo: una base a la línea del reel, una plomada a la base, un señuelo, etc. No obstante, también en cierto sentido, un rotor, un esmerillón o un micro esmerillón también permiten conectar algo, pero su función principal, que veremos más adelante, no es ésa.



Entonces, y volviendo a los mosquetones, existen varios modelos disponibles u obtenibles en los comercios. Algunos se pueden hacer con un par de pinzas, un poco de alambre y algo de habilidad (no mucha...) pero otros requieren matrices, moldes, herramientas y/o materiales especiales.



Lo importante en los mosquetones es, por un lado, su fortaleza, derivada del alambre usado y de su diseño, porque según sea éste, un mismo alambre puede resistir diferente.



De todas formas y para no complicarse la vida, lo mejor es probarlos. Imaginar la fuerza que tendrán que soportar (p.ej. peso del plomo más el incremento derivado del lance, tamaño de los peces, etc.).



Conectores y Mosquetones para la pesca



Otro elemento a tener en cuenta es que no constituyan un elemento de enredo o enganche de los rainales o anzuelos. Algunos que son cerrados pueden funcionar mejor en este sentido.



En la foto aparecen varios de ambas clases. En otra nota comentaremos e ilustraremos la forma de hacer alguno de los más sencillos, pero no por ello menos útiles y que normalmente usamos especialmente para colocar plomadas, en sustitución y con mayor facilidad que con una gaza.



Para este uso, también generalmente lo usamos en combinación con un esmeriüón o microesmerillón, de tal forma que evite que los giros del plomo se transmitan o pasen a la línea o a la base. Para atarlo a la línea usaremos cualquiera de los individualizados con los Nos. 17 a 20 de la nota sobre "Los nudos del pescador" &n. el número 42 de Uruguay Natural.



También y con la ventaja de que podemos cambiar o quitar el esmerillón, podemos usar un mosquetón doble, cuya confección también irá en otra nota. El mosquetón doble tiene otras aplicaciones como las que hemos sugerido especialmente en la nota sobre "Bases Multiuso", tanto para agregar boyas, plomos, anzuelos, etc. ya sea solo, cuando no sea requerido evitar torsión del nylon, como en conjunto con im destorcedor (esmerillón o microesmerillón).



Lo que sí conviene tener en cuenta es que tanto mosquetón como esmerillón (y especialmente éste) significan un agregado, un peso a la línea, que en algunos casos no implicará problema alguno pero en otros sí y hasta de importancia.

miércoles, 11 de febrero de 2009

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El Bowie Vasco

Cuchillería del Norte es una firma dedicada a la fabricación de armas blancas radicada en Ermua, que en sus comienzos estuvo más ligada al comercio cuchillero y de ferretería. De a poco y como en su catálogo de 1962 podemos ver que se inicia la línea de navajas multiuso de cachas rojas dedicada a los deportes de aire libre.

También aparece la marca Aitor que comienza a desplazar otras denominaciones de la firma como "Iher" e "IH" en ese año se inicia la Línea Survival. Pero será en su catálogo de 1986 cuando aparece el que sería su estrella a todos los niveles el Jungle King I, II y III. De éste en su versión II se ha fabricado un cifra cercana al millón de ejemplares.



El cuchillo Bowie Vasco



Otro modelo de éxito ha sido el Bucanero, que entre otros clientes la firma de Ermua ha tenido al Ejército Marroquí, que lo adoptó para sus fuerzas. Tampoco debemos olvidar al Oso Negro un robusto cuchillo de caza y que es reglamentario en los Grupos de Operaciones Especiales de nuestro ejército. Pero, qué duda cabe, que en una compañía de la envergadura de(Izaguirre Hermanos). En 1975 se crea la Línea Negra de cuchillos deportivos con vaina sintética y colgante de cuero. También Aitor no podía tener una ausencia como la del Bowie en su amplia línea de producción.



La firma de Ermua presenta tres tipos de cuchillos: Bowie Junior, Bowie, Bowie Magnum. Y tres diferentes terminaciones: empuñadura de madera, empuñadura sintéctica llamada NATO y Lux.

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El cuchillo de caza

Sin intención de volver sobre lo andado, creo que al menos dos puntos claves quedaron aclarados: la mayoría de esas armas son pasibles de ser transformadas y la función que pueden desempeñar después es bastante específica y no se les debe pedir demasiado.



Así que nuestra intención hoy es charlar acerca de otro tipo de cuchillo que, justo es decirlo, tiene tantas variantes en su concepción como usuarios pueda haber en nuestro territorio.



Cada vez que me pongo a revisar la correspondencia y las opiniones y sugerencias acerca del cuchillo "multiuso", se me viene a la memoria el pobre tío aquel que vio demoler cuatro veces el horno de barro hasta que se le ocurrió hacerlo sobre una rueda de carreta y de esa forma pudo conformar a todo el mundo.



Pero ese es un lujo que las fábricas no se pueden dar, así que lo que hacen es tra¬bajar sobre dos o tres modelos más o menos estudiados para lanzar al mercado una Knea de hojas supuestamente exclusivas que sumadas a las exclusividades de las otras marcas nunca logran llenar plenamente las expectativas de los mués de cazadores montaraces y aventureros que deambulan por nuestros montes.



Claro que esto no es una crítica a la excelente cuchillería de serie que presenta nuestra plaza, pues sería una necedad denostar contra la cuidada calidad de marcas como Muela, Aitor, Buck, Puma, etc.



Lo que tratamos de dejar establecido aquí son dos puntos que hacen al tema en cues¬tión: 1) es muy difícil que una fábrica en serie aún de renombre, pueda desarrollar una hoja y un cabo capaces de satisfacer plenamente las exigencias de todos y cada uno de los usuarios. 2) Son muy pocos los usuarios con la capacidad logística necesaria como para convencer a los técnicos o diseñadores de estas casas de que les confeccionan un cuchillo a pedido y "según modelo".



Como utilizar el cuchillo de caza



Entonces, ¿qué hacer?.
Sencillo: recurrir al Artesano.



El primer cuestionamiento a esta alternativa puede ser el del precio. Sin embargo este tema aún está muy condicionado por varios factores como por ejemplo la escasa tecnología que existe en nuestro medio dedicada a este fin específico, lo cual hace que la misma sea sustituida por mano de obra que, aunque muy calificada, al ser moneda corriente pierde cotización.



No sucede esto en países donde la mano del hombre ha sido suplantada por maquinaria automatizada y robotizada, de modo que, cuando algo es hecho a mano, su valor agregado cambia sustancialmente.


Otro factor condicionante e insoslayable es el poder adquisitivo de los potenciales adquirentes de un cuchillo artesanal o de cualquier elemento que haga a esta actividad.



Si a todo esto le sumamos lo accesible del precio final que logran las grandes firmas debido justamente a su alta tecnología, tenemos entonces que al Artesano le queda un corredor bastante estrecho para poder comercializar su trabajo, lo cual, como contrapartida, redunda en beneficio del usuario que, al menos en este medio, puede hacerse de una buena pieza sin sufrir descalabros en su presupuesto.



Volviendo al diseño en sí y basados siempre en la experiencia por encima de cualquier teoría, tenemos que nuestros cazadores y cazadoras, campamentistas, etc., normalmente se inclinan por una hoja no demasiado larga ni voluminosa con la cual puedan cubrir la mayor cantidad posible de necesidades, las cuales van desde limpiar una liebre o desollar un ciervo a cortar una rama o cocinar en el campamento.

lunes, 9 de febrero de 2009

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Caza de ciervos en Rio Negro

Partimos a la una de la madrugada del día sábado, calculando estar en el campo antes del amanecer. Como en todos los viajes el tema principal fue cacerías, calibres, armas, y resultados obtenidos. En determinado momento ya habíamos capturado al menos 5 "chanchos" y 3 ciervos, algunos ya estaban cuereados y despostados mientras otros colgaban de un árbol en espera de la foto, y esto sin siquiera haber tirado un solo tiro, en fin los cuentos y el amargo hacen que el trayecto sea menos tedioso, máxime si hablamos de unas 5 horas de viaje por caminos bastante alejados de la mano de Dios


La Patrol de Rafa anda que es un avión y eso que tiene cubiertas muy anchas, el único problema es que nos quedó muy chica para el equipaje, llevamos bolsos, armas, catres y un sinnúmero de etcéteras. Como para quedarnos 10 días.


Lugares de caza de ciervos en Rio Negro



Llegamos al campo a la hora fijada, el "Chueco" y su familia nos esperaba con la cordialidad acostumbrada, abrazos fraternos y besos, dieron por terminada la bienvenida, ahora había que acomodar el cargamento en el cuarto del fondo tratando de apartar a las casi 60 pollas y los 6 lechones que intentaban entrar a toda costa sabiendo que en este cuarto se guarda la ración y los granos.



Después de cambiarnos de ropa nos arrimamos al fogón, el capón chirriaba sobre las brasas mientras el "Chueco" nos contaba que había recorrido el potrero donde normalmente se ve algún ciervo sin encontrar ni siquiera un rastro: "Y, ta'clavao si metieron mata yuyos por todos lados".



Con esta noticia tan desalentadora, partimos hacia otro campo cercano (después de churrasquear, claro). AHÍ podríamos ver algún ciervo en las praderas cercanas a unas isletas que forma el monte. 12 Idlómetros nos separaban del campo por lo que fuimos en la Patrol, no habíamos recorrido la mitad del camino cuando gracias a Diego pifiamos la huella y nos metimos en una ciénaga. Por más que intentamos sacar la Patrol fue imposible, así que mientras Rafa, Miguel y yo nos quedábamos en la camioneta, Diego y el "Chueco" se fueron en busca de Carlos Martins tractorista de la zona y amigazo de ley.



La helada comenzaba a levantarse con muy poco viento, mientras el sol se mantenía oculto tras unos espesos nubarrones, sin exagerar calculo que la sensación térmica.

miércoles, 21 de enero de 2009

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Caza en el Queguay

Y es que el "Yayo" tiene bien ganada su fama de cazador al no dejar pasar ni al más mentado jabalí que ande en la vuelta. Su continuo trajinar durante tantos años detrás de los chanchos lo ha llevado a ser hoy, no sólo un gran conocedor de muchos recónditos lugares y excelente cazador, sino algo más importante aún: un buen amigo.



Nosotros, sabedores de estos dones, no dudamos en llamarlo cuando de cacerías por aquella zona se trata, para que el hombre nos dé sus puntos de vista sobre los lugares a ir, sus opiniones de dónde se dan las posibilidades más grandes de encontrar pasadas, apostaderos y algo que los cazadores de chanchos valoramos una enormidad "saber a ciencia cierta si el dato es bueno". Esto por suerte nos ha llevado a tener grandes aventuras, a veces solos y otras junto a él, ya que en más de una oportunidad nos hemos encontrado mateando junto a un fogón o compartiendo buenas cacerías.



Hace muy poco, en uno de mis viajes al interior, tuve la oportunidad de hacerle una "visita de médico" (por lo corta) y grande fue mi sorpresa cuando al llegar a su casa me encontré con dos grandes jabalíes colgados esperando turno para pasar a ser factura. El abrazo al amigo y a su familia y el inmediato cuento de lo sucedido fue todo uno:



"Fuimos llamados de la Estancia La Nueva sobre las costas del Río Queguay porque los jabalíes estaban haciendo unos estragos bárbaros en la majada. Nos reunimos como siempre en mi casa:JavierTelesca, Mario Cerpa, Mingo Ferroz y yo, para salir el sábado de madrugada y llegar a las 8 de la mañana al campo donde el capataz ya nos esperaba. Con la conversación mantenida con él, elemental para comenzar bien una cacería, nos hicimos hacia la costa con los datos de dónde comenzar a buscarlos y en qué potreros estaban comiendo. Al llegar al monte y luego de largar los perros nos pusimos a hacer un "churrasco rápido" para luego sí, con la buena "picadita previa", entrarle de Ueno a la cacería.



Caza de Jabalí en el Queguay



El monte del Rio Queguay, digo para el que no lo conoce, debe de ser uno de los lugares más bonitos en cuanto a naturaleza, flora y fauna se refiere. Hay zonas donde el propio monte se hace muy ancho, 15 km más o menos entre el Queguay Grande y el Queguay Chico, de "selva" más que de monte y en donde se pueden encontrar las especies más variadas de buchería y vegetación.



A esto hay que agregarle unas fabulosas lagunas escondidas, pajonales impenetrables, bañados infranqueables y monte y más monte, algunos muy altos, en donde se puede caminar por horas y también perderse hasta el más baquiano. Es evidente que para los chanchos son lugares especiales.



Pero ya en plena batida y enseguida de salir del campamento encontramos pisadas bien frescas. Corriendo con la ventaja de conocer muy bien el lugar, de inmediato me la jugué diciéndole a todos: "están en el sarandisal" y hacia allí nos largamos.



Al llegar los rastros confirmaban mi teoría y la perra Diana, muy veterana en estas Hdes, de inmediato se puso muy nerviosa y se ganó rastreando y venteando derecho al centro del mismo. Ya con ella dentro no teníamos dudas de que los encontraría.



Es quizás éste, a mi gusto, el momento más esperado por un cazador. El silencio, la espera, la intriga de saber si estarán o no, el repaso en pocos segundos de las opciones de escape, de los lugares en donde están nuestros compañeros de cacería, y de sentir el orgullo de tener buscando a un perro que se maneja bajo nuestras propias enseñanzas. Y luego por fin el ladrido seco y fuerte que alertó a toda la perrada que se mandó de cabeza para armarse el tal entrevero.



No hubo dudas de que era un padrillo ya que la lucha era encarnizada y los quejidos esporádicos de los perros cuando el colmillo hacía su trabajo eran tremendos.



Nos costó llegar al agarre debido a la gran mugre que había, pero luego del esfuerzo me le pude arrimar para entrarle con la daga por atrás de la paleta y así terminar con sus destrozos.



Ya más tranquilos y mientras sacábamos los perros de la presa noté que faltaba la perra Diana. Buscando la encontramos pero lamentablemente lastimada, ya que el padrillo antes de caer derrotado había logrado cortarla más feo que a otros tres. Allí mismo hicimos la primer curación y allí mismo la cocimos donde las heridas se veían peor, es muy importante llevar siempre encima implementos para primeros auxilios.



Corté la manga del buzo y la vendamos con eso que era lo único que teníamos a mano para luego atenderla mejor, botiquín mediante, en el campamento.



Y en eso estábamos cuando los perros volvieron a avanzar dentro del sarandisal. Resultó que un poco más alejado del lugar donde habíamos agarrado el primero y quieto como recién operado se encontraba otro padrillo.



Para éste la cosa fue al revés ya que peleando y corriendo junto a los perros, se salió del sarandisal al limpio en donde no le fue tan bien como esperaba ya que Javier se le fiíe arriba para terminar también a daga con otro problema para el campo.



Luego de tener a los dos mocitos agarrados, la pregunta del millón fue ¿y cómo llevamos estos dos brutos animales hasta el campamento?.



La única solución que encontramos fue arrastrados hasta el Río y echarlos al agua sin abrir, para llevarlos por éste, medio flotando, atajados por la bajante debido a la sequía.



Hicimos 3 km por el mismo para llegar, con la tardecita arriba, al lugar en donde los sacamos hasta la orilla del monte. Allí sí, los abrimos y nos fuimos al campamento que nos quedaba a otros 5 Km por campo traviesa.


Cuando llegamos entre la atención a los perros, el cansancio y el merecido brindis, bastante prolongado por cierto, caímos rendidos.


Al otro día arrancamos temprano en la camioneta cruzando campos hasta dos cuadras antes a donde los porcinos nos esperaban "estirados". Sacamos fuerzas de flaqueza, los echamos al hombro y los arrimamos hasta la ansiada locomoción en donde creímos que las 2 cuadras se habían transformado en 2 km.



En la estancia la algarabía fue mayúscula al ver, por lo menos, a 2 de sus grandes problemas solucionados.



La despedida con los amigos del campo y la promesa de volver ni bien llamaran por otro caso igual quedó firmada. Comenzando el lento regreso a Tacuarembó para llegar a casa y estar tratando de mandarnos, entre tinto y tinto, una buena chorizada.



Así es que el hermoso Río Queguay sigue dando grandes padrillos; preocupación más que importante para los productores de la zona, pero sabedores que el respaldo de los cazadores de jabalíes estará siempre presente.



Un saludo para todos, en especial al 'Yayo" y toda su familia, y será hasta la próxima si Dios quiere.

lunes, 19 de enero de 2009

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La empuñadora del cuchillo del cuchillo de caza

Es de madera laminada, lo que aparte de darle un toque de vistosidad, la hace más fuerte a la hora de uso rudo de campo. Su forma anatómica llena muy bien la mano y da una sensación de seguridad al empuñarle. Dada su constitución se puede decir que es perfectamente ambidiestra.



En los extremos de la empuñadura encontramos la defensa y en su polo opuesto el pomo o monterilla metálico.



Características de la empuñadora del cuchillo de caza Bowie



Estos cumplen a la perfección con su cometido, pues la defensa es amplia e impide de forma efectiva que la mano se desplace hacia el filo con el peligro que esto encierra. Esto se agrava más aún si está engrasada o húmeda.


Este tipo de accidentes es común con los cuchillos finlandeses, pues carecen de defensa o guarda, siempre recordaré un caso donde un amigo se practicó un corte horripilante en todos sus dedos sobre la segunda falange.

viernes, 9 de enero de 2009

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La caza Mayor

Los preparativos, los cambios de opiniones, el reparto de tareas, el traslado, llegar al establecimiento, las relaciones públicas, el armado del campamento, el rastreo previo, las observaciones del terreno, más los pálpitos correspondientes, tienen su culminación en el segundo definitorio, como hemos dicho muchas veces "llegó el segundo de la verdad". Es el instante del disparo, la pequeña fracción de tiempo en que éste se produce es decisiva.



Todo puede tornarse satisfactorio o frustrante. Si tuviéramos 10 sentidos, los 10 los utilizaríamos para ver, escuchar y saber los resultados urgentemente.



Por todo ello deberá ser experiencia inexcusable e ineludible de todo buen cazador, saber ubicar el proyectil en la zona adecuada de la presa. Tratando que sea la muerte lo más rápida posible, para hacerla menos penosa.



Especialmente, el tiro que produce los mayores resultados es el que va dirigido a la zona del codillo o paleta, detrás del cual están todos los órganos vitales que producirán la muerte inmediata.



Trataré de ser lo más gráfico posible, mostrando por medio de un dibujo las zonas más positivas con el grado de importancia de acuerdo con el número indicado.



La zona número 10 es la más indicada, se puede observar que las últimas zonas afectan órganos importantes, lo que producirá solamente la herida, que ocasionará una larga y cruel agonía, corriendo en forma indefinida e inconstante, para refugiase en lo más espeso del monte, lo más lejos posible del cazador. A esta situación la podemos calificar de frustración.



Que es la caza Mayor



Luego de un tiempo, por lo general tenemos posibilidades de regresar al lugar por la amistad que nos une con dueños o encargados y camperos comentándonos que fue encontrada la presa muerta. En un cañadón o en un sangrador, pajonal o tirado campo afuera, porque no le dio la fuerza para llegar al monte. Más todos los lujos de detalles del lugar.



Es importante saber que se han encontrado presas a doscientos y trescientos metros del lugar del disparo, con el corazón totalmente destruido.


Demás está decir que es una situación incómoda frente a quien lo encontró. Uno les pregunta como descubren los animales muertos, ellos contestan que por los cuervos y caranchos que sobrevuelan la zona.



Entiendo que muchos cazadores no cazan animales quietos, si no que cazan animales en plena carrera, con mucha adrenalina en su sangre. Es verdad que a todos nos gusta hacer un tirito por si pega, con el margen de error correspondiente.



Hay que superar nuestra propia adrenalina y dejarlo pasar si no estamos seguros.



Con los cérvidos deberá tenerse especial cuidado en que el disparo no impacte la zona de los huesos del cráneo y produciendo la ruptura de la base de la cornamenta, perdiendo el trofeo tan preciado y buscado durante tanto tiempo.



El tiro a la tabla del pescuezo cuando impacta tiene resultados instantáneos, siempre y cuando toquemos la médula espinal.



Si tocamos solamente la carne tenemos pocos márgenes de seguridad, lo transforman en un tiro leve, más aún si es demasiado alto o demasiado bajo. Si es en el término medio, podemos tener la gran suerte que cortemos la tráquea y muera con una asfixia lenta.



Como mencioné anteriormente lo mejor es el codillo o paleta, porque detrás de éstas está el corazón, pulmones, las grandes arterias, nervios en general y el caudal de sangre mayor.



Cuando tenemos un tiro defectuoso, tenemos que saber leer la reacción de la presa por su forma de actuar.